[Originalmente el post lo titulé: "¡Cuervos al rescate!"]
Conviene no tomarse a risa las narraciones de hechos legendarios; creo que en ellas casi siempre subyace alguna verdad. Es precisamente una de éstas la que nos habla de los orígenes del escudo heráldico de nuestra ciudad, una leyenda que nos llega por un historiador del siglo XVI del que hemos hablado muchas veces en este blog; Fray Juan de Victoria.
Conviene no tomarse a risa las narraciones de hechos legendarios; creo que en ellas casi siempre subyace alguna verdad. Es precisamente una de éstas la que nos habla de los orígenes del escudo heráldico de nuestra ciudad, una leyenda que nos llega por un historiador del siglo XVI del que hemos hablado muchas veces en este blog; Fray Juan de Victoria.
Fig.1. ¿Qué tiene este cuervo en el pico? |
Conviene antes que nada refrescar la memoria y recordar qué elementos contiene el escudo heráldico de Vitoria (nos limitaremos sin embargo a los elementos que contenía el emblema antiguo, es decir, el de los tiempos de Fray Juan, porque el escudo actual tiene algunos añadidos que fueron hechos con posterioridad; para el que quiera, en la Plaza del Machete, justo sobre la hornacina donde se encuentra el machete, se conserva uno con el aspecto propio del siglo XVI).
Pues bien, era el de Vitoria un escudo mucho más sencillo que el moderno (aunque no tanto como el del actual logo del ayuntamiento; ver figura 3) y simplemente tenía un castillo con tres torres descansando sobre la grupa de dos leones que miran hacia lados opuestos. Si os fijáis en la imagen adjunta (figura 2); de las tres torres, la torre central es más grande y alta –es como una especie de torre del homenaje- mientras que las laterales son más pequeñas. Pues bien, sobre cada una de estas últimas hay representado un cuervo negro. Dos cuervos en total, dos cuervos que vigilan el entorno de la fortaleza y que son protagonistas en la leyenda que nos transmite Fray Juan de Victoria.
Fig. 2. Escudo clásico de Vitoria-Gasteiz, con los cuervos allí arriba, vigilando. |
Dice Fray Juan que todo sucedió en tiempos del rey Navarro Sancho Abarca, es decir, a finales del siglo X, en torno al 900 y muchos. Poco antes, habría tenido lugar una gran victoria sobre los musulmanes, una victoria que -supuestamente (esto también es leyenda)- sirvió para bautizar nuestra ciudad como 'Victoria'; no obstante, a pesar de la debacle, los islamitas no habrían sido por completo derrotados. Los accesos a la Llanada por el Sur aún estaban amenazados y al parecer un punto neurálgico de las defensas alavesas radicaba justo en el paso de Pancorbo, una población cuyo castillo los musulmanes no tardaron en someter a un fuerte asedio.
Llegó un momento en que los defensores de dicho castillo se estaban quedando sin alimentos. En ese momento, milagrosamente, un grupo de cuervos se dedicó a acopiar pan y portarlo en sus picos para dar de comer a los asediados; eso les permitió resistir. Dice la leyenda que es por eso que a esta localidad se la llama Pancorbo ('pan-corvo'), es decir, 'pan de cuervos'.
Fig. 3. Logo del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Los cuervos aún se ven en lo alto. |
Antiguamente eran muy aficionados a hacer este tipo de etimologías tan -digamos- 'facilonas'. No obstante, a decir verdad no sé cual puede ser exactamente el origen del nombre de Pancorbo. Hace mucho vi cómo, en la documentación altomedieval, el nombre que aparecía para referirse a Pancorbo era textualmente el de 'Ponticurbo'. Así que en mi opinión la denominación tiene poco que ver con los cuervos, y bastante con la forma 'curva' de alguno de los 'puentes' que sirvieron para salvar el cauce del río que atraviesa el desfiladero, que si no me equivoco es el Oroncillo.
Fig.4. Vista de la actual población y desfiladero de Pancorbo. |
En consecuencia -apunta el padre Victoria-, el castillo del escudo de nuestra ciudad representa el castillo de Pancorbo, y los cuervos sobre los torreones son por supuesto los que llevaron el pan a los allí sitiados. Pero entonces, ¿nada en el emblema de Vitoria representa a los gasteiztarras? La respuesta la tenemos en los leones que aparecen en el escudo; son ellos los que representan la valentía de los vitorianos. Dice textualmente nuestro fraile: "Trae Vitoria en su escudo este castillo sobre dos leones echados para denotar el ánimo de leones con que los vitorianos libraron el castillo de Pancorbo". En efecto, según la leyenda, los leones están ahí porque lo que hicieron los vitorianos -mientras los cuervos ayudaban a los habitantes de Pancorbo-, fue ir directamente al combate contra los musulmanes que mantenían el asedio y forzar su huida.
Es difícil de decir si la leyenda tiene algún trasfondo de realidad. Por un lado, debemos ser cautos con el tema de los símbolos heráldicos, porque la heráldica no se impone como sistema de signos o forma de comunicación no verbal hasta bien entrado el siglo XII -y el episodio del que estamos hablando es bastante más antiguo-. Por otro lado, sí que es verdad que los alaveses de la Llanada -y probablemente los habitantes de Gasteiz (que para entonces ya existía, como hemos visto en las excavaciones de la Catedral de Santa María)- tenían costumbre de defender su territorio de los musulmanes protegiendo y batallando en una de sus puertas de entrada, más allá de la Llanada de Miranda, es decir, en el desfiladero Pancorbo.
No hay mucha documentación de aquella remota época, pero basta consultar la obra de Gonzalo Martínez Díez, -particularmente 'Álava Medieval'-, para comprobar la gran relevancia que tenían todos los castillos que protegían los portillos de esa muralla natural que componen las sierras de Cantabria, Toloño y los montes Obarenes. Así que ya sabéis, la próxima vez que paséis por Pancorbo, en coche, tren o autobús, cuando veáis los afilados picos y los restos del castillo a lo lejos, acordaos de esta historia y de sus cuervos, porque son los cuervos del escudo Vitoria...o quizá no, quizá esto sólo es una leyenda.
Figura 5. Restos del castillo de Pancorbo, también conocido como de Santa Marta. |
No hay mucha documentación de aquella remota época, pero basta consultar la obra de Gonzalo Martínez Díez, -particularmente 'Álava Medieval'-, para comprobar la gran relevancia que tenían todos los castillos que protegían los portillos de esa muralla natural que componen las sierras de Cantabria, Toloño y los montes Obarenes. Así que ya sabéis, la próxima vez que paséis por Pancorbo, en coche, tren o autobús, cuando veáis los afilados picos y los restos del castillo a lo lejos, acordaos de esta historia y de sus cuervos, porque son los cuervos del escudo Vitoria...o quizá no, quizá esto sólo es una leyenda.
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