domingo, 24 de febrero de 2013

Turismo outsider

Nuevo viaje a Madrid después de casi un año. Día y pico no da para mucho, especialmente si la idea es descansar y no abusar de frenéticas pateadas de aquí para allá, pero -como en anteriores ocasiones- la empresa no ha defraudado; descubrir novedades en aquellos lugares que creías conocer es quizá la experiencia más satisfactoria para el viajero curioso.

Maqueta en acero de las murallas de la Madrid medieval.
Con todo, de nuevo he visto refrendada mi idea de que no hay -no puede haber- turismo inteligente, ni cultural, ni de otro tipo. Es lo que tienen los fenómenos de masa, que incluso la experiencia aparentemente más exclusiva se convierte en un producto amorfo, impersonal, carente de significado. En fin, voy a tratar de explicar a qué me refiero.

Mi comentario tiene que ver con un hecho fácil de constatar en el caso de Madrid: Diríjase el visitante a la zona de la Almudena y Plaza de Oriente, obsérvese a continuación el grueso flujo de turistas que no dejan de encaminarse hacia la Catedral o hacia el Palacio Real. Únase a él y a continuación, si se desea, páguese la correspondiente entrada (10 € para el Palacio Real -sin contar audioguía- y 6 € según las dependencias a las que se pretenda acceder); disfrútese de ambos monumentos. 

Vestigios aún en pie de las murallas de la Madrid del siglo IX.
Pocos criticarán el dudoso interés de la experiencia de visitar los monumentos arriba mencionados a pesar de las deficiencias en los materiales divulgativos que se ponen a disposición del viajero (lo pude comprobar en otra visita anterior ya hace tres o cuatro años). Da igual, sobran las críticas, lo importante es haber paseado por el corazón de ese Madrid que llaman "de los Austrias" y poder decir "yo estuve allí" (si alguna fotografía puede ratificarlo aún mejor).

Sin embargo, ¿quién se preocupa de que prácticamente a la vuelta de la esquina -frente a la entrada de la cripta de la Almudena- haya una placita, recientemente reformada pero desierta, donde se conservan aquellos que  pueden ser los vestigios arquitectónicos más antiguos de la ciudad? 

Este fin de semana nosotros estuvimos allí -pero completamente solos- admirando las murallas de la Madrid musulmana. En este caso además, disfrutar del siglo IX nos salió bien barato; frente a esos otros monumentos vecinos, la entrada al conjunto arqueológico es gratuita. Ya se sabe... "the best things in life are free".

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