martes, 25 de enero de 2011

La autenticidad de lo falso (I).

Recuerdo la escena final de Indiana Jones y el Arca Perdida. Después de hora y media de constante sobresalto, Indy consigue hacerse con el dichoso Arca de la Alianza: ¡perfecto! todos contentos y dispuestos a comer perdices. Pero no, este final no es de esos felices, es de esos inquietantes, de esos que ponen un punto de interrogante gordo-gordo... Así, vemos como el Arca es lentamente conducida a través de un océano de cajas de embalaje que se pierden en el horizonte. El Arca volvería a perderse, pero esta vez en un almacén que la vista no puede abarcar, lleno de joyas de la arqueología que todos creían inexistentes o desaparecidas.

Desconozco si esa nave industrial se encuentra efectivamente oculta en algún lugar secreto de los EE.UU. entre el Pentágono y el Área 51, pero sé de un lugar casi igual de impresionante y abierto al público. Está en Roma, en el barrio del EUR, en concreto en el Museo de la Civiltà Romana. Es un lugar muy poco frecuentado, y tienes que andar atento si quieres verlo porque no está dentro del recorrido de la visita. Cuando llegues a la Sala de la Columna Trajana no te entretengas mucho, disimula y busca una abertura entre los paneles. Yo conseguí tomar la foto que ves abajo. (Continuara.)

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