Como disciplina, la Arqueología tiene algo que la hace muy atractiva. Un glamour, un romanticismo, o llámese como se quiera, responsable de que muchos estemos aquí dedicándonos a ella. En la mayor parte de los casos que conozco se trata de algo vocacional, y por ello, de puertas a fuera y si alguien nos pregunta, casi siempre mostraremos la mejor cara de la profesión. Aquí tenéis el enlace a un reciente vídeo que abunda en esos aspectos más románticos (demasiado para mí) y aquí otro que profundiza en algunas cuestiones de tecnología punta quizá también idealizando en exceso.
Los que estamos en el día a día sabemos que los sinsabores son el pan nuestro de cada día, que las cosas no son tan bonitas como se suelen pintar, que sacar adelante un proyecto cuesta (si se me permite) un huevo. Pero no pasa nada, si hay que estar a cara perro, estaremos, porque en el fondo la Arqueología nos mola. Palea jacta est!!
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