Nunca he sido mucho de las tradiciones populares, o más bien, nunca he sido de participar en ellas. Sin embargo, tienen algo que me atrae, que me hipnotiza, no se muy bien por qué. Supongo que hay gestos, sonidos, olores, que sin querer despiertan sentimientos (de esos ancestrales) que no sabes que tienes porque están muy muy dentro, en las cavernas de tu mente (o de tu alma), y de repente esos ritos o fiestas te recuerdan que sólo eres un eslabón más en la cadena y que durante siglos, antes que tú, generaciones de gentes anónimas han repetido los mismos gestos, han tocado los mismos instrumentos y, quien sabe, quizá han sentido algo parecido a lo que estas sintiendo.
Ayer fue Santa Agueda. De las vísperas de Santa Agueda siempre me cautivó la sencilla solemnidad de los corros cantando, y sobre todo el cadencioso golpear de las makilas que acompaña los versos. Unos dicen que al apalear el suelo se favorecían las cosechas, otros creen que simplemente servía (y sirve) para seguir el ritmo, yo me quedo con otra versión que relaciona este gesto con los cantos de la Aurora.
Barandiaran recogió en Ataun un antiguo relato mitológico que hablaba de un viajero que anduvo por los mundos (munduz-mundu) acompañado por un gallo que cantaba cada mañana. Los viejos de Ataun contaban que lo más lejos que llegó ese peregrino fue al país donde vivían aquellos hombres que golpeando las peñas con sus palos tenían la misión de hacer salir el Sol todos los días. De ellos dependía que llegara el día siguiente; así de ingenuo, así de evocador, así de bonito.
Antiguamente creían que durante la noche, Eguzki (que era fémina) recorría las entrañas de la Tierra iluminando a los muertos y que había que llamarla para que volviese a dar luz a los vivos. Según Barandiaran, en los pueblos de la zona de Vergara existía un verso que decía: Eguzki amandrea badoia bere amangana...la abuela Sol va hacia su madre...dando a entender que el astro del día se retiraba al seno de la Tierra. En fin, se me ocurre que quizá la txalaparta también tenga algo que ver con todo esto.
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