El diario de Watson

Saludos de nuevo a tod@s. Después de un año de inactividad blogueril vuelvo a la carga con la intención de no dejarlo ya nunca más (eeeh?). Tenéis razón, desgraciadamente, una cosa es querer y otra muy distinta poder.

Martin Freeman encarna al Watson del siglo XXI.

Como seguro imagináis, el problema no ha estado en la falta de ganas, sino más bien en la escasez de fuerzas. Últimamente por cuestión de trabajo me paso el día escribiendo, dándole vueltas al seso -hipótesis va, hipótesis viene-, pensando la mejor o más 'maquiavélica' :-) forma de poner patas arriba la historia de Gasteiz, siempre partiendo de datos comprobados, esos datos arqueológicos que hemos ido incorporando en los últimos tiempos a aquellos otros de antaño conocidos.

Conviene en este sentido anunciar -para todos aquellos que, me consta, están muy pendientes de ello-, que dentro de muy poco verá la luz un gran volumen dirigido por Agustín (hacen falta más señas? :-)) que recogerá el grueso de las conclusiones obtenidas después de casi dos décadas de investigaciones arqueológicas en el subsuelo de la Catedral de Santa María. Se trata -como no- de una obra seria, una labor de equipo, de esos interdisciplinares, a la que he intentado aportar mi granito. Ya más adelante -espero que hacia final de 2013-, vendrá la publicación de mi tesis, donde procuraré deparar algún 'sobresalto' historiográfico adicional (los que asistieron a la defensa en diciembre saben más o menos de que va la cosa :-))))).

El caso es que esas y otras diversas ocupaciones intelectuales -o intelectualoides- me han secado la cabeza hasta tal punto que no he logrado en todo este tiempo juntar las ganas para alimentar el blog enklabero, lo que con el paso de los meses se ha revelado como un gran error. Ha sido un gran error, que me lo ha hecho pasar mal, porque a veces -aunque pueda parecer contradictorio-, más que descansar de la escritura, suele ser mejor insistir en ella pero con otro fin -acaso opuesto- el de utilizarla como válvula de escape.

Escribe, escribe, escribe, no pares...

Vivir mentalmente todo el día en la Edad Media puede ser muy dañino, sobre todo cuando no puedes salirte de la etiqueta académica que exigen las publicaciones científicas. El cuerpo te pide decir cosas que te tienes que quedar dentro y eso "mata" :-(. Hace años, cuando tuve la idea de empezar con el blog, me lo planteé como una alternativa para hablar de cosas serias sobre la historia, la arqueología y la topografía, pero con otro tono, liberando la mente de las habituales ataduras. Seguramente ese es más mi estilo, el modo en que escribiría todo el tiempo si pudiera. Voy a intentar ser consecuente con esto en el blog a partir de ahora, a ver si me funciona y no aburro demasiado al personal.

Jej. Me hace gracia ver cómo al final este post (en otros anteriores seguramente pasa igual) ha adquirido el tono de la típica confesión terapéutica; nadie me ha pedido explicaciones y sin embargo yo las doy. Quizá, sin querer, me he inspirado en el primer episodio de "Sherlock", esa serie actualiza las aventuras del famoso detective londinense. Me pareció muy bien traída esa idea de los guionistas de reconvertir el diario de Watson (el cuaderno, o cuadernos, donde el compañero de Holmes dejaba constancia de sus aventuras) en un blog, un blog que Watson escribía por consejo de su psicólogo, ya que su reciente participación en la guerra de Afganistán le había dejado secuelas mentales. En fin, terapéutica o no, vamos a ver en qué convierto el "Enklabe arqueológica" de esta nueva etapa: "Con al venia..."