A pocas horas de coger el vuelo que me llevará al anhelado destino vacacional, aprovechamos la breve estancia en Madrid para hacer la enésima visita al Museo del Prado. No sé desde hace cuando es así, pero ahora todas las tardes de 6 a 8 (de 5 a 7 los domingos) se puede entrar gratis, una oportunidad que os aconsejo no dejar pasar.
'El caballero de la mano en el pecho' de El Greco. |
Lo cierto es que ya lo he visitado en numerosas ocasiones, pero aún con todo no me canso, siempre descubro algo nuevo entre aquellos viejos lienzos. Hoy el objetivo improvisado han sido 'Las Meninas' de Velázquez, un cuadro que -de verdad- me hechiza cada vez que me encuentro frente a él. Otro día me gustaría hablar en extenso de todos los secretos que dicen que encierra, pero al final este post ha venido provocado por otro cuadro distinto, también muy conocido, que se encuentra un tanto arrinconado en otra sala: me refiero a 'El caballero de la mano en el pecho' de El Greco.
Ha sido mirando fijamente a los ojos de este enigmático personaje que por un momento he perdido el sentido de la realidad. Repentinamente no he podido evitar el pensar... ¿quién mira a quién?, ¿soy yo el que contempla, o soy sin embargo el contemplado? Desde ese momento el resto de la visita ha sido un circular y querer ver sin ser visto, un continuo esfuerzo por sortear todas aquellas miradas inquisitivas de gente que sé que está muerta, que sé que son sólo pigmentos dentro de un cuadro. Sé que ellos no pueden verme, se que es imposible, pero todos parecían decirme ¿y tú que miras?
He salido del museo preguntándome que pensarían los retratados sobre el hecho de que los expongamos de este modo -quizá tan impúdico- a la vista de todos...
He salido del museo preguntándome que pensarían los retratados sobre el hecho de que los expongamos de este modo -quizá tan impúdico- a la vista de todos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario