En este post me limito a reproducir una llamativa cita extraída de un librito que en 1904 publicó Vicente González de Echávarri, el cual se titula "Vitoria y sus cercanías".
La obrita en cuestión estaba pensada al modo de una guía turística de la época; pues bien, dentro del capítulo denominado "Las seis calles viejas" recogía el siguiente texto:
"[...] Conquistada la ciudad por D. Alfonso VIII en 1200, extendió su recinto [se entiende el de la primitiva Vitoria] agregándole tres calles en la parte occidental que hoy se denominan Correría (antiguamente Pellegería), Zapatería y Herrería, nombres ridículos llamados a desaparecer habiendo tantos de ilustres alaveses con qué sustituirlos, como los del beato Fray Tomás de Zumárraga, Sebastián Fernández (dos pelos), Blas López, Fray Jacinto Esquível, Anda, Salazar, etc... D. Alfonso X en 1256 completó esta obra formando otras tres calles en la parte de Oriente, hoy conocidas también por los anodinos nombres de Cuchillería, Pintorería y Nueva dentro [...]".
"Ridículos", "anodinos"... en fin, dicen que 'para gustos están los colores', pero menos mal que -por acción u omisión- el Ayuntamiento dejó, al menos en los casos que se citan, los nombres de las calles tal cual estaban.
De no ser así, creo yo, que nuestra querida almendra medieval habría perdido buena parte de su sabor añejo, como de hecho sucedió en la parte alta; calles de las Escuelas, Santa María o Fray Zacarías Martínez, nombres que sustituyeron a otros tan sonoros como Tendería, Astería, Pescadería, Brullería, etc... Esta es mi opinión, pero seguro que hay otras.
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