Quizá el principal de los problemas que nos impide superar la idea de que 'Vitoria se fundó en 1181' reside precisamente en el obstáculo conceptual que comporta en sí misma la noción de 'fundación'. Al respecto en 2013 escribí lo siguiente:
"¿Alguna vez nos hemos preguntado cuales son los argumentos que han elevado el Fuero de 1181 al rango de fuero 'fundacional'? Desde el momento en que es un hecho, que el texto de la carta puebla no recoge explícitamente el término 'fundar', parece obvio que se trata entonces de una atribución, una atribución, probablemente justificable desde el punto de vista historiográfico, que sin embargo no deja de ser ajena al documento en sí".
El texto del fuero de 1181 de hecho, prefiere como expresión clave la de 'poblar' ('populare uos in prefata uilla'), como además puede comprobarse en la mayoría de cartas puebla alavesas de la época; Salinas (1140), Antoñana (1182), Bernedo (1182), Arganzón (1191), Labraza (1196), etc. Con todo, ¿podríamos establecer una equivalencia entre 'poblar' y 'fundar'? En mi opinión no. No, en absoluto.
Desde los tiempos de la historiografía clásica romana, hablar de 'fundar' era la forma habitual que tenían los historiadores de fijar un punto en el tiempo y hacer 'tabula rasa' de todo hecho histórico anterior al momento de la 'fundación', que era el que se quería destacar. El ejemplo por antonomasia lo tenemos en la fundación de Roma. También aludí a esto en 2013:
"En la mentalidad del patriciado romano no era concebible que Roma, aquella capital de capitales, pudiera descender de una aldea. Así pues, a pesar de que algunos pocos historiadores como Varrón dieron fe de la existencia de aquel asentamiento precedente -que se llamaba 'Septimontium'- la mayoría de cronistas clásicos prefirió ignorarlo y refugiarse en un mito fundacional inventado, en el cual Rómulo crea Roma prácticamente desde la nada". Para el arqueólogo A. Carandini: "Roma debía nacer de la nada para que la empresa de Rómulo quedase libre de presupuestos y pudiese consistir en un milagro: la fundación" .
Así pues, como era costumbre en la línea de los clásicos, aquellos que empezaron a historiar Vitoria en el siglo XVI, adoptaron con toda naturalidad el concepto de 'fundación' como fórmula historiográfica para hablar de los orígenes de nuestra ciudad. El problema no obstante de poner el acento en un momento concreto para hablar del origen de una población, es que éste puede acabar funcionando como pantalla, eclipsando todo lo que pudo haber antes. Éso es precisamente lo que pasó en el caso de Vitoria.
Por un lado, el foco puesto en el acto la 'fundación', condenó a la penumbra a su antecesora Gasteiz e hizo que la mayoría pensásemos que ésta no era otra cosa que una simple poblacho. En 2013 escribí: "Floranes apenas la menciona, y cuando lo hace se refiere a ella como 'cortísima aldea de Álava'; Colá y Goiti no es menos lacónico al describirla cómo 'la un tiempo pobre, solitaria y empinada aldea de Gasteiz'; Serdán vuelve a insistir sobre su insignificancia: '¿Qué era Gasteiz en el siglo XI en que por primera vez vemos escrito su nombre? Una aldea, insignificante como muchas, de escasísimo vecindario, sin otra características que su situación topográfica'".
Pues bien, hoy día sabemos por las excavaciones en la Catedral de Santa María, que aquella Gasteiz que se encontró Sancho VI de Navarra era de todo menos una aldehuela. Aquella Gasteiz era un consolidado centro de poder, una villa amurallada desde finales del siglo XI o principios del XII, con calles empedradas desde bastante antes, y con residencias palaciegas para la oligarquía que dominaba en la zona prácticamente desde el siglo VIII.
Por otro lado, ese interés por establecer el momento de 'fundación', ha forzado a lo largo de los siglos una lectura del fuero de 1181 que sobreinterpreta lo que dice en su texto. Así, se ha presupuesto que 'nova Victoria' y 'Victoria' -ambos topónimos citados en la carta puebla- eran sinónimos, cuando son diversos los argumentos que apuntan a que no, a que son dos núcleos, vecinos sí, pero distintos. En 2013 dije: "En nuestra opinión con la denominación 'nova Victoria' el monarca navarro se está refiriendo a una más que probable 'puebla nueva de Vitoria', para diferenciarla de 'Vitoria', a secas, que sería el núcleo antiguo circunscrito sencillamente a lo alto de la colina, ése que a lo largo de la historia se ha conocido como 'Villa Suso'. Desde nuestro punto de vista esta expresión podría incluso estar confirmando que -tiempo antes a la concesión del Fuero de 1181- Sancho VI ya habría rebautizado la aldea de Gasteiz como 'Victoria'"
Afortunadamente, a pesar de las reticencias que al parecer despertó mi charla del 15 de Junio, esta 'relectura' del fuero está teniendo ecos positivos entre algunos los mejores expertos en el tema, como por ejemplo, el Catedrático de la Universidad del País Vasco, Ernesto García Fernández, que en una reciente publicación sobre el Fuero de Laguardia manifestó:
"Se ha demostrado de forma fehaciente en la villa de Vitoria que las urbanizaciones de la primera y la segunda pueblas son anteriores a la concesión del fuero conservado en el Archivo Municipal de Vitoria otorgado por Sancho VI 'el Sabio' a sus pobladores en 1181. Ismael García ha planteado la posibilidad de que Vitoria hubiera podido recibir una carta de fuero en una fecha anterior. Es una hipótesis que en el caso de Vitoria me parece muy probable. Existen argumentos que pueden encaminarnos hacia ese destino.
"¿Alguna vez nos hemos preguntado cuales son los argumentos que han elevado el Fuero de 1181 al rango de fuero 'fundacional'? Desde el momento en que es un hecho, que el texto de la carta puebla no recoge explícitamente el término 'fundar', parece obvio que se trata entonces de una atribución, una atribución, probablemente justificable desde el punto de vista historiográfico, que sin embargo no deja de ser ajena al documento en sí".
Diploma del fuero de población de Vitoria. |
Desde los tiempos de la historiografía clásica romana, hablar de 'fundar' era la forma habitual que tenían los historiadores de fijar un punto en el tiempo y hacer 'tabula rasa' de todo hecho histórico anterior al momento de la 'fundación', que era el que se quería destacar. El ejemplo por antonomasia lo tenemos en la fundación de Roma. También aludí a esto en 2013:
"En la mentalidad del patriciado romano no era concebible que Roma, aquella capital de capitales, pudiera descender de una aldea. Así pues, a pesar de que algunos pocos historiadores como Varrón dieron fe de la existencia de aquel asentamiento precedente -que se llamaba 'Septimontium'- la mayoría de cronistas clásicos prefirió ignorarlo y refugiarse en un mito fundacional inventado, en el cual Rómulo crea Roma prácticamente desde la nada". Para el arqueólogo A. Carandini: "Roma debía nacer de la nada para que la empresa de Rómulo quedase libre de presupuestos y pudiese consistir en un milagro: la fundación" .
Así pues, como era costumbre en la línea de los clásicos, aquellos que empezaron a historiar Vitoria en el siglo XVI, adoptaron con toda naturalidad el concepto de 'fundación' como fórmula historiográfica para hablar de los orígenes de nuestra ciudad. El problema no obstante de poner el acento en un momento concreto para hablar del origen de una población, es que éste puede acabar funcionando como pantalla, eclipsando todo lo que pudo haber antes. Éso es precisamente lo que pasó en el caso de Vitoria.
Por un lado, el foco puesto en el acto la 'fundación', condenó a la penumbra a su antecesora Gasteiz e hizo que la mayoría pensásemos que ésta no era otra cosa que una simple poblacho. En 2013 escribí: "Floranes apenas la menciona, y cuando lo hace se refiere a ella como 'cortísima aldea de Álava'; Colá y Goiti no es menos lacónico al describirla cómo 'la un tiempo pobre, solitaria y empinada aldea de Gasteiz'; Serdán vuelve a insistir sobre su insignificancia: '¿Qué era Gasteiz en el siglo XI en que por primera vez vemos escrito su nombre? Una aldea, insignificante como muchas, de escasísimo vecindario, sin otra características que su situación topográfica'".
'Victoria' en lo alto de la colina. 'Nova Victoria' -la del fuero- en la ladera occidental (ilustración: V. Ugarte) |
Pues bien, hoy día sabemos por las excavaciones en la Catedral de Santa María, que aquella Gasteiz que se encontró Sancho VI de Navarra era de todo menos una aldehuela. Aquella Gasteiz era un consolidado centro de poder, una villa amurallada desde finales del siglo XI o principios del XII, con calles empedradas desde bastante antes, y con residencias palaciegas para la oligarquía que dominaba en la zona prácticamente desde el siglo VIII.
Por otro lado, ese interés por establecer el momento de 'fundación', ha forzado a lo largo de los siglos una lectura del fuero de 1181 que sobreinterpreta lo que dice en su texto. Así, se ha presupuesto que 'nova Victoria' y 'Victoria' -ambos topónimos citados en la carta puebla- eran sinónimos, cuando son diversos los argumentos que apuntan a que no, a que son dos núcleos, vecinos sí, pero distintos. En 2013 dije: "En nuestra opinión con la denominación 'nova Victoria' el monarca navarro se está refiriendo a una más que probable 'puebla nueva de Vitoria', para diferenciarla de 'Vitoria', a secas, que sería el núcleo antiguo circunscrito sencillamente a lo alto de la colina, ése que a lo largo de la historia se ha conocido como 'Villa Suso'. Desde nuestro punto de vista esta expresión podría incluso estar confirmando que -tiempo antes a la concesión del Fuero de 1181- Sancho VI ya habría rebautizado la aldea de Gasteiz como 'Victoria'"
Reciente publicación coordinada por Ernesto García Fernández. |
Afortunadamente, a pesar de las reticencias que al parecer despertó mi charla del 15 de Junio, esta 'relectura' del fuero está teniendo ecos positivos entre algunos los mejores expertos en el tema, como por ejemplo, el Catedrático de la Universidad del País Vasco, Ernesto García Fernández, que en una reciente publicación sobre el Fuero de Laguardia manifestó:
"Se ha demostrado de forma fehaciente en la villa de Vitoria que las urbanizaciones de la primera y la segunda pueblas son anteriores a la concesión del fuero conservado en el Archivo Municipal de Vitoria otorgado por Sancho VI 'el Sabio' a sus pobladores en 1181. Ismael García ha planteado la posibilidad de que Vitoria hubiera podido recibir una carta de fuero en una fecha anterior. Es una hipótesis que en el caso de Vitoria me parece muy probable. Existen argumentos que pueden encaminarnos hacia ese destino.
De la lectura del texto foral se deriva que Sancho VI de Navarra puso el nombre de 'Victoria' a la aldea que previamente era conocida como 'Gasteiz', aunque no se especifica en qué momento se produjo dicho cambio. Igualmente se dice en 1181 que Sancho VI confirma y corrobora la concesión de la carta a los pobladores de 'Nova Victoria'. Insisto en que se señala que es una confirmación y una corroboración (...). Profundizando en la hipótesis sostenida por Ismael García Gómez me pregunto si, considerando las referencias a Vitoria de 1178 y 1157 [de éstas hablaré en un futuro post], el rey Sancho VI hubiera podido haber concedido un fuero en 1157 o anteriormente a los pobladores de la vieja aldea de Gasteiz, a quienes dio el nombre de 'Victoria'"
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