A. Carandini en ese artículo en que habla de las similitudes entre el pensamiento arqueológico y los métodos de Sherlock Holmes (ver anteriores post), destaca una cita en que el famoso detective afirma:
"La mente de un hombre es, en origen, como un desván vacío que debe llenarse de mobiliario útil. Un loco la inunda de inútiles chucherías, pero un hombre astuto sólo depositará en ella los instrumentos que puedan servirle en su actividad y tendrá una gran variedad de ellos. Es un error pensar que las paredes de aquel desván sean elásticas. Llega un momento en el que cada añadido representa olvidar algo que se sabía precedentemente. Por ello resulta muy importante no tener hechos inútiles que expulsen a codazos a los que son útiles".
Abramos de nuevo nuestro cuaderno de notas y escribamos:
"Deducción nº2:
Especialmente al comenzar una investigación, la mente del arqueólogo debe estar abierta al objetivo y despejada de detalles inútiles. Es el vacío previo con el que uno se prepara para acoger los hechos sin prejuicios, casi como desinfectar la parte antes de cortar con el bisturí o disponerse a escuchar".
¡Carandini dixit!
No hay comentarios:
Publicar un comentario