Por motivos de trabajo últimamente paso buena parte del día en lo que los enklaberos hemos acabado denominando 'la cara B' del casco medieval de Vitoria. Tal denominación responde al hecho de que esta parte del callejero de la vieja dama Gasteiz es como su reverso, el opuesto de las pintorescas calles y fachadas que todo el mundo conoce.
¿Donde está esa 'cara B'? Está por todas partes, pero escondida. Sólo los vecinos de la zona tienen un contacto frecuente con ella. Podría decirse que, del mismo modo que las fachadas de las viviendas alineadas una detrás de otra acaban conformando el contorno de la calle, en el lado opuesto, las traseras de esos edificios definen una especie de corredor, un corredor angosto e irregular que recibe el nombre de 'caño'.
El 'caño' propiamente dicho es el colector que -a modo de espina dorsal- cruza de un extremo a otro las manzana de viviendas, y es curioso, muchos no saben que, aunque hoy día buena parte del sistema de recogida de aguas residuales del casco antiguo discurre por modernas tuberías situadas bajo el firme de las calles, las cañerías que atraviesan los caños aún son útiles y siguen recogiendo (vienen haciéndolo al menos desde el siglo XV) las aguas pluviales y fecales de muchos de los edificios del barrio, sobre todo si se trata de casas con una cierta antigüedad.
Cuando uno se adentra por estas callejas ocultas, sorprende observar cómo esta 'cara B' nos cuenta más sobre la historia de Vitoria que la propia 'cara A'. Ésta se ha beneficiado de sucesivos 'liftings', pero tanta restauración ha hecho que pierda matices, detalles importantes que hoy día sólo encontramos en las traseras de la 'cara B'.
De algún modo, lo bueno de las 'caras B', es que nos cuentan mucho más sobre la historia de la vida cotidiana de la gente que lo que nos cuentan esas 'caras A' llenas de monumentos o postales pintorescas. En éstas, la ciudad trata de ocultar sus 'vergüenzas', en aquellas, la historia se presenta de un modo mucho más sincero y descarnado.
Con este post pretendo iniciar una nueva serie en la que trataré de desgranar lo que sabemos sobre la historia de esta parte oculta de nuestra ciudad. La próxima entrada la dedicaré de hecho a las viejas 'letrinas', muchas de cuyas estructuras aún se conservan hoy día. ¿Cómo y dónde hacían sus necesidades los vitorianos? De ahí el título escogido: "'Cagarse' en Vitoria-Gasteiz".
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| Acceso a uno de los caños (Cantón de Santa María) |
¿Donde está esa 'cara B'? Está por todas partes, pero escondida. Sólo los vecinos de la zona tienen un contacto frecuente con ella. Podría decirse que, del mismo modo que las fachadas de las viviendas alineadas una detrás de otra acaban conformando el contorno de la calle, en el lado opuesto, las traseras de esos edificios definen una especie de corredor, un corredor angosto e irregular que recibe el nombre de 'caño'.
El 'caño' propiamente dicho es el colector que -a modo de espina dorsal- cruza de un extremo a otro las manzana de viviendas, y es curioso, muchos no saben que, aunque hoy día buena parte del sistema de recogida de aguas residuales del casco antiguo discurre por modernas tuberías situadas bajo el firme de las calles, las cañerías que atraviesan los caños aún son útiles y siguen recogiendo (vienen haciéndolo al menos desde el siglo XV) las aguas pluviales y fecales de muchos de los edificios del barrio, sobre todo si se trata de casas con una cierta antigüedad.
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| Los 'caños' son como calles, calles ocultas, 'cara B' de la vieja Gasteiz. |
Cuando uno se adentra por estas callejas ocultas, sorprende observar cómo esta 'cara B' nos cuenta más sobre la historia de Vitoria que la propia 'cara A'. Ésta se ha beneficiado de sucesivos 'liftings', pero tanta restauración ha hecho que pierda matices, detalles importantes que hoy día sólo encontramos en las traseras de la 'cara B'.
De algún modo, lo bueno de las 'caras B', es que nos cuentan mucho más sobre la historia de la vida cotidiana de la gente que lo que nos cuentan esas 'caras A' llenas de monumentos o postales pintorescas. En éstas, la ciudad trata de ocultar sus 'vergüenzas', en aquellas, la historia se presenta de un modo mucho más sincero y descarnado.
Con este post pretendo iniciar una nueva serie en la que trataré de desgranar lo que sabemos sobre la historia de esta parte oculta de nuestra ciudad. La próxima entrada la dedicaré de hecho a las viejas 'letrinas', muchas de cuyas estructuras aún se conservan hoy día. ¿Cómo y dónde hacían sus necesidades los vitorianos? De ahí el título escogido: "'Cagarse' en Vitoria-Gasteiz".
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